Las obras de reurbanización de la avenida de La Cala del Moral generan protestas de los vecinos, sobre todo, por el material elegido para la solería.
Se pretendía renovar y mejorar los servicios y la pavimentación de las aceras de la avenida de Málaga de La Cala del Moral. Sin embargo, según la opinión de muchos vecinos de este núcleo de Rincón de la Victoria, la segunda mejora no se ha conseguido, ya que se ha producido un aluvión de críticas tras la finalización de las obras, y muchas de ellas se centran en el desatino del material escogido para las aceras.
La iniativa ha modernizado la estética de la principal vía comercial de La Cala, donde hay más de 90 establecimientos. «Se han eliminado las barreras arquitectónicas y se ha instalado nuevo mobiliario urbano del que a partir de ahora se podrán beneficiar los vecinos y los comercios», señaló el concejal de Infraestructuras, José Rodríguez.
El proyecto, que ha corrido a cargo de la empresa Trigemer, ha consistido en la pavimentación de las aceras deterioradas con el paso del tiempo, la instalación de servicios de abastecimiento de aguas pluviales y fecales, electricidad, y alumbrado público.
En cuanto al mobiliario urbano, se han instalado bancos, papeleras, jardineras y balizas. Respecto a la calzada, Rodríguez apuntó que las labores de asfaltado se llevarán a cabo en septiembre, «con el objetivo de no alterar el tráfico ni perjudicar a la gran cantidad de turistas que acuden a la zona durante la temporada estival». El presupuesto de los trabajos ha ascendido a 1.446.000 euros, financiados por la Consejería de Turismo de la Junta y el Consistorio al cincuenta por ciento.
Mejora
Aunque los vecinos de la avenida de Málaga reconocen que la vía ha mejorado en algunos aspectos y que la reforma era necesaria, se quejan amargamente de que la solería que se ha instalado en las aceras es de un color demasiado claro y se mancha con facilidad. «Es una baldosa muy porosa y aunque la obra esté recién terminada ya están muy sucias», explicó José Guijarro, propietario de una panadería.
«Parte de la solería está suelta y se mueve por lo que nos tememos que cuando llueva nos vamos a poner chorreando», dijo Miguel Castillo, propietario de una pescadería en la calle más céntrica de La Cala del Moral. Asimismo, Castillo aseguró que desde la asociación de vecinos de este núcleo se ha instado al Ayuntamiento a que incremente la limpieza en la zona. «No lo limpian en profundidad, yo misma estoy limpiando la acera de mi negocio con lejía y amoniaco pero se estropea la fregona y no se quitan las manchas», lamentó Mayte Albarracín, propietaria de una papelería.
Nadie duda de que La Cala del Moral necesitaba un lavado de cara, pero la operación de 'lifting' ha dejado muchas manchas en el rostro de este bello núcleo rinconero.
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