Los dos hombres, junto a otras diez personas, presuntamente ocasionaron destrozos en una obra y amenazaron a sus empleados para exigir el pago de unos trabajos
La fiscalía malagueña ha pedido la apertura de juicio oral contra dos empresarios que se personaron en una obra en construcción con sus trabajadores, casi una decena, con la intención presentamente de coaccionar a los presentes y poder cobrar por los trabajos que habían realizado.
El fiscal pide que los dos imputados, L.V.H. y R.M.S, sean juzgados por un delito de coacciones y que se les imponga una pena a cada uno de ellos de 18 meses de multa con una cuota diaria de 15 euros, según la calificación fiscal.
Los desperfectos causados por los máximos responsables de las mencionadas empresas y sus trabajadores se han tasado en 1.449,14 euros, mientras que los perjuicios en 7.818,31 euros.
Los hechos se remontan al 19 de marzo de 2007 cuando los acusados se presentaron en una obra ubicada en Benagalbón (Málaga) y "actuando de común acuerdo" y para que se les pagaran los servicios prestados en dicha promoción estacionaron dos vehículos en la puerta de entrada a la obra.
Unas diez personas aproximadamente impedían el paso a la obra y además penetraron en su interior increpando a los empleados para que no continuasen trabajando y, con esa misma finalidad, rompieron la puerta de una cochera y una ventana, así como la conexión de agua y el cuadro eléctrico.
El fiscal pide que los dos imputados, L.V.H. y R.M.S, sean juzgados por un delito de coacciones y que se les imponga una pena a cada uno de ellos de 18 meses de multa con una cuota diaria de 15 euros, según la calificación fiscal.
Los desperfectos causados por los máximos responsables de las mencionadas empresas y sus trabajadores se han tasado en 1.449,14 euros, mientras que los perjuicios en 7.818,31 euros.
Los hechos se remontan al 19 de marzo de 2007 cuando los acusados se presentaron en una obra ubicada en Benagalbón (Málaga) y "actuando de común acuerdo" y para que se les pagaran los servicios prestados en dicha promoción estacionaron dos vehículos en la puerta de entrada a la obra.
Unas diez personas aproximadamente impedían el paso a la obra y además penetraron en su interior increpando a los empleados para que no continuasen trabajando y, con esa misma finalidad, rompieron la puerta de una cochera y una ventana, así como la conexión de agua y el cuadro eléctrico.
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