sábado, 29 de noviembre de 2008

El pedófilo juzgado ayer ya fue sentenciado por abusos a niños

El juez se declara incompetente para decidir sobre los hechos porque el fiscal modificó su calificación y ahora pide 35 años, 15 más de lo solicitado antes.
El presunto pederasta que se enfrentaba ayer a la vista oral por haber abusado sexualmente de once niños ya fue condenado por unos hechos similares en primera instancia a dieciséis años de prisión, cuando era monitor deportivo en un colegio del Rincón de la Victoria.
En cualquier caso, la vista de ayer, que se debía celebrar en el juzgado de lo Penal número 5 de Málaga, fue suspendida nada más iniciarse, al haberse declarado el magistrado incompetente para decidir sobre los supuestos abusos sexuales que el procesado cometió en agosto y septiembre de 2007 sobre 11 niños de entre nueve y 12 años cuando era monitor deportivo en varios colegios de la capital y entrenador de la Unión Deportiva Mortadelo, el histórico equipo del fútbol base malagueño.
El hecho es que la Fiscalía, que inicialmente solicitaba 20 años y cuatro meses de cárcel por siete delitos continuados de abusos sexuales y dos de exhibicionismo, cambió su calificación durante las cuestiones previas y exigió que se le impusieran 35 años de prisión. Esto ocurrió porque el acusador público entiende que en tres de los delitos continuados hubo acceso carnal y, por tanto, no puede ser condenado a sólo tres años por cada uno de ellos, sino a ocho.
Por ello, el juez decidió enviar el caso a la Audiencia Provincial, encargada de juzgar los delitos por los que se piden más de seis años de prisión. Sin embargo, esta decisión no sentó nada bien a la defensa, cuyo representante calificó este hecho de "atropello procesal".
"No existe un trámite en la ley que contemple la posibilidad de que el ministerio fiscal cambie sus calificaciones sin que se hayan practicado las pruebas del juicio. Ni se le ha escuchado", explicó el defensor, quien indicó que, por esta iniciativa fiscal, el caso podría ser tumbado tanto por la Audiencia Provincial como por el Tribunal Supremo. En opinión del letrado, la modificación debería haberse producido después de la práctica de las pruebas.
Los hechos.
En cualquier caso, siempre según el fiscal, este entrenador invitaba, con el consentimiento de los padres, a los chiquillos a "merendar, a ir a la playa, así como juegos de ordenador en su domicilio, ganándose la confianza de los menores e iniciando con ellos una amistad que se mantenía una vez finalizada la relación laboral en diversos centros".
En este contexto, el procesado, con evidente ánimo libidinoso, "aprovechaba numerosas ocasiones en que estaba con los menores para realizarles tocamientos en sus genitales y en sus glúteos, llegando en algunas de estas ocasiones a realizarles felaciones, al tiempo que les transmitía una apariencia de normalidad en sus actos, manifestándoles que todos consentían. Esto creaba un sentimiento de confusión en los menores", explica el acusador.
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